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7. Conservación del patrimonio etnográfico, arquitectónico, agrícola y usos tradicionales.

En esta sección denunciamos el lamentable estado de conservación de un patrimonio que no debería perderse, forma parte de nuestra memoria, nuestra historia, nuestras raíces. Vestigios de un modo de vida ancestral en un entorno y unas condiciones de vida muy duras y a las que el hombre supo adaptarse y aprovechar los escasos recursos naturales como el agua para vivir dignamente. Hoy en día parece que no se aprecia su valor. Es cierto que todo este patrimonio se encuentra en fincas privadas y tiene dueño, pero también es cierto que si el Gobierno de Murcia-Consejería de Agricultura a través de las autoridades del parque fomentase y ayudase a su conservación, no lo perderíamos.

Tenemos una colección cuyo origen se remonta a la noche de los tiempos de pozos, norias, acequias, decantadores, pocilgas, casas de casi 200 años de antigüedad, albercas, aljibes, galerías y túneles de captación de agua, etc.
A continuación exponemos un reportaje fotográfico realizado por los vecinos, conscientes de este problema:

El pozo del tío Felipe, aún conserva la arqueta donde se descargaba el agua de la noria.

De la arqueta iba un canal que llevaba el agua hasta la alberca. Hoy en un estado ruinoso. El pozo como puede verse está tapiado con hormigón.

Alberca del Huerto del Guardia. Hoy comida por la vegetación, piedras y algunos usan como contenedor de basuras. En primer plano se observa el canal que transportaba el agua desde la galería. Las piezas de piedra del canal son una obra de cantería artesanal y en este estado lamentable de conservación.

El Huerto del Guardia se abastecía de agua extraida de una galería hecha con pico y pala y forrada de piedra, que como puede verse se encuentra invadida por la vegetación y llena de sedimentos.

Casa tradicional en La Jordana con casi 200 años de antigüedad. En primer plano se observan las pocilgas en ruinas junto al sistema de recogida de agua de lluvia del monte. Una obra de micro-ingeniería tradicional abandonada. Se observa la falta de respeto al patrimonio en forma de tapial de bloques de hormigón adosado a la vivienda.

Sistema de recogida del agua de lluvia. Delante de la pocilga se aprecia el decantador donde se sedimentaba el barro antes de entrar por el canal al aljibe.

Vista del canal que transporta al agua al aljibe de la vivienda.

Vista del aljibe y el canal.

Vista del canal hacia el monte con los aliviaderos o rebosaderos aún bien conservados.

Pocilgas en La Jordana.

Instalaciones y edificios militares en Las Cenizas abandonados y saqueados.

¿Qué utilidad se puede dar a estos edificios militares abandonados a su suerte y al incivismo?


HUERTAS Y NORIAS DE SANGRE
También existían huertas, en las que el agua utilizada era extraída con aceñas, (norias), existiendo las siguientes:
1) La de Alfonso el Pistón.
2) La de Felipe, en cuyas proximidades existía la poza de El Pintao, de la que los vecinos sacaban agua para beber utilizando un cubo y una cuerda. La trasladaban hasta el pueblo en cántaros y con ayuda de caballerías. Era la única huerta que disponía de balsa para almacenamiento del agua.
3) La de Vicente Saura Martinez “El Pencho”
4) La del Tío Pascual.
5) La de Antonio El Perú.
6) La de Pedro El Perú, que vivía en Lo Rentero.     

En Calblanque había 3 pozas: la del Pintao, la de las Cabras, y la de los Palmeros, que abastecían a Los Perules, Las Ratoneras, La Raja, La Boquera y Las Cobaticas.




 El tío Pistón con sus burros y 4 cántaros, suministraba agua a los carabineros de Las Cobaticas, cobrando a peseta la carga de 4 cántaros. 



Y para terminar hemos incluido un par de vídeos y fotografías para que os hagáis una idea de como funcionaban estos artilugios. Esta noria se encuentra en la pedanía de Los Marines, junto a Perín. La ha restaurado el ayuntamiento de Cartagena y es privada. Como condición, el propietario que aparece en el vídeo tiene que enseñarla a los turistas los domingos por la tarde y ponerla en funcionamiento. En la demostración, cada vuelta que daba Platera tardaba unos 20 segundos, sacando 5 arcabuces de 5 litros cada uno. El diseño de la noria permite doblar el número de arcabuces, así como aumentar la capacidad de los mismos. Eso sí, la burra ha de ser sustituida con más frecuencia o cambiarla por una mula o un caballo dado que el peso de tiro aumenta. En las 2 horas que puede durar la exhibición, puede llegar a dar unas 360 vueltas, lo que equivale en condiciones ideales a 9.000 litros extraídos, siempre y cuando el pozo no se agote y haya que esperar a la reposición del freático. ¡¡No está mal el invento !!
Deseamos y esperamos que algún día se haga algo parecido en Calblanque:













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